lunes, 23 de mayo de 2011

Se podía más


El “Gancho” se mostró orgulloso del plantel, admitió que se pagaron caros algunos errores y consideró prematuro vaticinar si continuará o no al frente del equipo para la próxima temporada. “Hay mucho dolor. Quizás el análisis más profundo y con más poder de razonamiento sobre la campaña lo estaremos haciendo en los días posteriores. Creo que el segundo año en la categoría ha sido muy bueno, con un cuarto puesto en el Nonagonal, donde nos enfrentamos a los mejores equipos del país. Creo que ya sabíamos que la campaña era buena pero queríamos más”, dijo Zwicker a la salida del vestuario.

-¿Fue una buena campaña con un final poco feliz?

-Sí, quizás las fatalidades en estas últimas fechas nos tocaron a nosotros. Hay veces que los errores se pagan muy caro. Hoy (por ayer) el equipo mereció ganar por todas las situaciones que generó, porque el arquero de ellos fue figura, pero el partido que perdimos en San Juan terminó siendo decisivo.

-¿Queda la bronca de saber que fueron más que Desamparados en lo futbolístico?

-Sí, eso está claro. Pero esto es fútbol y a veces querés y no podés. Yo siento un orgullo muy grande por el equipo, por ser el entrenador de 28 muchachos que se han brindado en el día a día de una forma formidable, donde se han manejado con absoluto respeto hacia el cuerpo técnico. Hemos ido a todas las canchas a ser protagonistas y eso es lo más importante, lo que nos hace dormir tranquilos. Yo creo que cuando arrancó el Nonagonal teníamos todo bien cerradito y en un momento se nos escapó. Somos conscientes de eso, pero esta tarea de aprendizaje en el segundo año en la categoría va a ser muy importante para nosotros.

-¿Con qué otras cosas te quedás?

-Con el carácter que tuvo el equipo para ir detrás de una identidad o una idea, que fue tratar de plasmar un juego elaborado y colectivo.

-¿Sentís que futbolísticamente no los superó nadie?

-No, en eso me quedo tranquilo también. Quizás nos quedamos sin un jugador emblemático como el “Trapo” (Ezequiel Ceballos), que era una apuesta muy fuerte en el desequilibrio, en el uno contra uno y en todo lo que él le puede dar al equipo. Cada vez que se lo reemplazó se lo hizo muy bien, pero me da mucha pena por él porque en estos últimos días se sintió muy mal al saber que necesitábamos de él y por su físico no podía responder.

-¿Cómo estás para continuar?

-Me tengo que tomar unos días, son diez meses agotadores con casi treinta mil kilómetros hechos y hay un desgaste muy grande. En los próximos días me sentaré a hablar con la dirigencia, pero todavía es muy prematuro.

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