lunes, 23 de mayo de 2011

Quedó eliminado, pero con la frente en alto.


Luengo se perdía el gol de la clasificación - foto Francisco Mendes

por Sebastián Arana

No debe haber nada más frustrante a la hora de justificar un resultado que apelar a recursos simples. Pero no hay remedio. Un error increíble de Mauro Beltramella (el jugador de mayor rendimiento en buena parte del campeonato) le terminó a Unión de empinar la cuesta en el comienzo del partido. Pero el equipo de Zwicker, ante el infortunio, reaccionó con juego primero y temperamento después para igualar y generar gran cantidad de oportunidades para alcanzar la victoria que necesitaba para avanzar a la cuarta fase del Argentino A de fútbol.


Pero la pelota no quiso entrar. Tan claro, tan rotundo y tan simple como eso. Al cabo, el 1-1 de anoche frente a Desamparados de San Juan terminó con las ilusiones marplatenses de llegar a pelear por un ascenso a Primera B Nacional a través de una Promoción.


Sólo el vértigo se le puede reprochar a Unión en la primera parte. La intención de jugar rápido le quitó algo de precisión en el manejo de la pelota. Pero buscó siempre, intentó abrir la cancha, interpretó correctamente que debía ir a fondo por los laterales para abrir a un equipo que se cerró bien atrás, generó varias oportunidades y convirtió al arquero Diego Aguiar en la figura del partido.


El equipo de Zwicker se insinuó superior en la primera mitad del primer tiempo -en ese lapso, Aguiar le frustró a Klusener y a Arrúa dos llegadas a fondo- y su dominio fue abrumador en la segunda.
La "bisagra" la marcó el insólito tanto de Augusto Alvarez. Un tiro libre suyo, a los 23', se le escurrió entre los guantes a Beltramella -de manera muy similar a lo que le ocurrió ayer a Juan Pablo Carrizo en el gol de San Lorenzo- cuando parecía tenerlo controlado y se metió dentro del arco pidiendo permiso.
Desamparados, que de movida había intentado pelear el partido en la mitad de la cancha, tras ese tanto terminó por refugiarse en el fondo.


A Unión le quedó entonces el terreno y la pelota. Y se fue encima del arco de Desamparados. Con las llegadas de Urquiza y Fraire por los costados, con la movilidad de Aguirre -ya definido como enganche-, con la voluntad de Arrúa para bajar y asociarse con todos. El conjunto marplatense generó cinco chances para marcar el empate antes del descanso. En la más clara, a tres metros del arco, Luengo pateó con Aguiar desparramado en el césped y su remate rebotó en las piernas del arquero y se fue al córner.


Lo que con tanto denuedo persiguió Unión en todo el primer tiempo, lo consiguió en la primera jugada del segundo. Y gracias al oportunismo del delantero que lo salvó más de una vez en este torneo. Combinaron Fraire y Aguirre por la izquierda y el "Chango" envió un centro bajo al primer palo. Jesús Collantes, que había ingresado en el entretiempo, abrió el pie derecho y desvió el balón lejos del alcance de Aguiar.
El ataque "celeste" continuó incesante. Stevenot se equivocó feo a los 3' y no advirtió como Barth le barrió desde atrás el pie de apoyo a Klusener y le cometió penal. Y dos minutos después Klusener pivoteó y dejó libre en la medialuna a Aguirre, cuyo violento zurdazo fue controlado con mucho esfuerzo por el arquero.
Con el correr de los minutos, la búsqueda de Unión no perdió vigor, pero sí prolijidad. Y el centro a la olla pasó a ser el recurso más importante.


Desamparados, de todos modos, renunció a buscar un gol más. Se desentendió de ganar el partido y le puso todas las fichas al empate. Puso cinco defensores, una línea de cuatro volantes y lo dejó sólo a Garrido adelante.
Las oportunidades del equipo local, turbulentas, entonces llegaron por decantación. Tuvo una Fraire, otra Vega, Augusto Alvarez le ahogó el grito a Collantes con un cruce salvador, Ramiro Jorge se lo perdió por muy poco de cabeza, Aguirre reventó el travesaño con un zurdazo de media distancia y un tiro libre de Sandoval se fue muy cerca del palo.


Presa de la desesperación, a Unión se le nublaron todos los caminos en el final. Terminó con Beltramella yendo a cabecear al área rival. Y poniendo a Stevenot en el ojo de la tormenta por no sancionar una aparente falta contra Collantes (cobró simulación) en la jugada final.
De todos modos, la incidencia del árbitro (mucho más importante en aquella falta de Barth contra Klusener en el arranque del complemento) en el resultado fue mínima al lado de todas las oportunidades que Unión no pudo concretar.


Anoche la pelota no quiso entrar. Así de simple. Y terminó para el equipo de la calle 9 de Julio esta aventura en un Torneo Argentino A en el que fue siempre protagonista.

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