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Sumar, como visitante, y más en un torneo tan parejo y complicado como el Argentino A, siempre es importante. A veces mucho más por las formas o las circunstancias de juego. Este domingo, Unión fue superado en los inicios de ambos tiempos, pero supo levantar cuando los dos equipos se quedaron con 10 jugadores. Hasta lo pudo ganar, pero falló en la estocada final y no supo quebrantar el 0 a 0 en Lincoln.
El “Celeste” supo reponerse de la rápida lesión de Alejandro Verón (tan sólo 2 minutos de partido) y la expulsión de Lisandro Beratz, esta última en el momento que la balanza empezaba a equilibrarse. Aguantó por la gran tarea del arquero Matías Quinteros y el esfuerzo colectivo, por sobre la actuación futbolística, donde ilusiona la sociedad Galeano-Zbrun.
Es que Rivadavia imprimió un monólogo ofensivo en los primeros 10 minutos. Bajo el liderazgo del veloz Planté, el local se agrandó, sucumbió la defensa marplatense y creó riesgo en el área de Quinteros.
Con la premisa de un juego vertiginoso y no tan elaborado, el elenco de Peracca creció en autoestima y desbordó por ambos costados al “Celeste”, aunque la banda derecha fue el sector predilecto para generar riesgo.
Ante ese panorama, al minuto estuvo cerca de abrir el marcador. Galeano se quedó corto en un tiro libre en diagonal al arco, Rivadavia salió rápido y Planté probó de lejos ante el lucimiento del arquero visitante.
Precisamente, quien falló en la ejecución de la falta fue el más desequilibrante en Unión. Además de aportar esfuerzo para correr cuanto pelotazo le tiraran, se recostó por derecha y molestó a las espaldas de Elicio. Se asoció con Ruiz y, a los 11', generó la primera llegada con un zurdazo que fue a las manos de Vallejos.
Mientras Formaggioni crecía en liderazgo, el líbero supo mantener la templanza defensiva cuando Lamolla y Beratz se vieron superados. Cortó un par de avances locales y hasta intentó contagiar desde su voz.
En la mitad del primer tiempo, la historia empezó a cambiar. Siempre bajo la batuta del ex Alvarado, generando riesgo con su gambeta corta, el “Celeste” inició la intención de darle más circulación a la pelota y con Hidalgo como variante. El local cedió terreno y bajó la intensidad, Unión le agarró la mano y se animó, pero igualmente se mostró desconectado.
Pero cuando el trámite era parejo, Beratz vio la roja. Sin embargo, la desventaja numérica recién se sintió en el comienzo del complemento. Rivadavia lo aprovechó en los metros finales y lo plasmó en las situaciones de gol a su favor. El conjunto de Fanesi no pudo acomodarse y pasó varios sofocones.
En 17 minutos, Rivadavia se perdió cuatro chances netas. Primero, Planté desaprovechó un mano a mano con Quinteros y posteriormente falló de derecha. Pese a que Zbrun, a los 11', tuvo su oportunidad de cabeza tras una avivada de Ramírez y gran desborde de Galeano, Brandán también se lo perdió de frente a los tres palos. Y como si fuera poco, el “1” marplatense volvió a lucirse en un fortísimo de Ciaccheri.
Pero el panorama, tras la roja a Agorreca, dio un giro de 360 grados. Envalentonada, la visita se animó a jugar, a querer lastimar al oponente.
En ese contexto, Hidalgo, corajeó una pelota perdida delante del círculo central, Galeano tomó el rebote y encaró para poder sacar un derechazo que se fue desviado. Pero la intención fue buena.
La dupla delantera tomó rigor y buscó el gol de la victoria. Presionó la salida en campo rival y hasta dio una mano en el retroceso colectivo. Y en una de las tantas corridas del ex “Torito”, Unión pudo abrazarse al triunfo, pero Macías salvó en la línea una apilada que se ensució dentro del área.
La imagen final de Unión distó mucho de la inicial. De verse superado y flaquear en todas las líneas, le tomó el tiempo al encuentro y hasta pudo quedarse con los tres puntos. Pero no pudo ser y se tuvo que conformar un punto que sirve para crecer.
Posted in: Temporada 2012-2013
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