lunes, 21 de noviembre de 2011

En el úlitmo suspiro



Lo empezó de la peor manera. Lo terminó con una sonrisa. Si bien el objetivo de Unión ayer era sumar de a tres, no sólo para recuperarse de la derrota en Concepción del Uruguay sino también para empezar a consolidar la localía, el empate 2 a 2 ante la Comisión de Actividades Infantiles de Comodoro Rivadavia, ayer en el Minella por la decimotercera fecha de la zona 2 del Torneo Argentino A de fútbol, terminó siendo un desahogo.

Es que el equipo marplatense arrancó "dormido", al punto de que antes del minuto de juego ya perdía el partido. Y si bien se recuperó a tiempo, sufrió otro golpe inesperado en la primera parte del que le costó reponerse. Por eso, el gol de Nicolás Gatto en la última jugada del partido le permitió dibujar una sonrisa a medias, aunque sonrisa al fin. Unión no jugó bien, pero tampoco merecía quedarse con las manos vacías ayer.

El partido para Unión arrancó de la peor manera. Con un golpe inesperado y demasiado prematuro. El conjunto marplatense sacó del medio, perdió la pelota rápidamente y le cedió una posibilidad a su rival increíble. Sebastián Benites, con mucha clase, habilitó con un pase que se filtró entre los dos centrales a Javier Bustamente, que definió cara a cara ante Aldo Suárez. En apenas 46 segundos, el conjunto visitante ya ganaba el partido.

Contra todos los pronósticos, Unión sacó el partido adelante casi sin sentir ese golpe. Se adueñó de la pelota y fue a buscar el empate para recuperar la tranquilidad.

A los 17 minutos, Alvaro Klusener generó una chance frente al arco contrario, tras una buena maniobra indivual, aunque se apuró a rematar y la pelota se fue por encima del travesaño.

Con la pelota en su poder, y un buen trabajo del mediocampo, finalmente Unión alcanzó la igualdad a los 20 minutos. Martín Seri la recuperó e inició un contraataque bárbaro, con tres opciones para dar el pase. Eligió asistir a Alba, que se acomodó y sacó un derechazo bajo, desde afuera del área, que se metió al lado del palo. Un golazo que le devolvió algo más que la tranquilidad al local.

Parecía, entonces, que el partido se tornaba definitivamente a favor de Unión. No sólo por la igualdad conseguida, sino por el buen trabajo que el conjunto de Zwicker había desplegado hasta allí, más allá de aquel error del comienzo.

Unión generó a los 25 minutos la mejor jugada colectiva del primer tiempo. La tocaron varios, pero el peligro se inició cuando el "Chango" Aguirre cedió para Alba, que le gano al marcador, fue hasta el fondo y envió un lindo centro para Klusener, que cabeceó a la manos del arquero.

Así, con el partido planteado a su favor, Unión volvió a cometer un pecado demasiado importante que lo puso nuevamente en una situación incómoda. Y esta vez, al conjunto marplatense sí le costó recuperarse de un nuevo golpe. Un nuevo error, en este caso de Guillermo Aguirre, que perdió la pelota con Bubas en una salida, le valió un nuevo dolor de cabeza. Porque a partir de esa recuperación del delantero, la CAI llegó al segundo gol. Tras la recuperación del delantero, la pelota le llegó a Leonardo Gil, que sacó un tremendo remate desde afuera del área que descolocó a Aldo Suárez por el efecto que llevó el envío.

Esta vez, a Unión le costó mucho meterse nuevamente en el partido. Y la CAI, paralelamente, comenzó a tener mayor peso en el desarrollo, entonado por la ventaja conseguida y también por las enormes dificultades que presentó ayer el local la la hora de defender.

Sin embargo, y aun con los problemas para reencontrarse con el juego, Unión estuvo cerca de igualar con dos pelotas paradas. Antes del cierre del primer tiempo, el arquero contuvo el remate de tiro libre de Maximiliano Herrera. Y en los primeros minutos del complemento, le ahogó el grito a Ezequiel Ceballos, que le había pegado bárbaro.

"Trapito", justamente, volvió a tener otra buena posibilidad minutos después, pero nuevamente Alcaín le ganó el duelo. El arquero envió al córnen el disparo del ex Alvarado, y de ese tiro de esquina, Unión casi convierte, pero Martín Seri, por atrás de todos y sin marca, remató por encima del travesaño.

La CAI se replegó bastante, aunque fue muy prolijo cada vez que tuvo la pelota. Leonardo Gil se adueñó del mediocampo y mostró mucha calidad para conducir cada contraataque. El visitante no se sintió casi nunca amenzado por Unión, y por eso se animó cada vez que pudo a buscar una diferencia que le permitiera cerrar el partido.

Zwicker buscó respuestas en el banco con el ingreso de Nicolás Gatto por Tello para jugar los últimos 20 minutos. Así, Unión sumó más gente en el área para intentar la igualdad. A los 33 minutos el arquero Alcaín volvió a ser decisivo ante un cabezazo de Alba en el área tras un centro de Klusener.

El ultimo tramo del partido, el elenco marplatense lo encaró con cuatro delanteros (Alba, Gatto, Klusener y Collantes), Y si bien tomó riesgos al defender con poca gente, la jugada al entrenador le salió bien. En la última acción, cuando ya se jugaba el cuarto y último minuto de descuento, Nicolás Gatto llegó a puntear un centro de Collantes y convirtió un empate festejado casi como una victoria. No por el valor del punto, sino porque Unión no merecía irse con las manos vacías ayer.

Por Patricio Mano.

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